domingo, 9 de agosto de 2020

Capítulo 35
















Emilio y Marcos se han casado. Emilio le mira culo, paquete, lo recuerda en las fotos tanga y se muere de ganas de arrancárselo. Marcos no lo trata mal pero tampoco especialmente bien. Es simplemente como si estuviera haciendo un negocio.
--¿quieres que vayamos ahora al hotel? Tienes ganas ¿no?
Emilio está que salta de una pata. No puede creerlo. Marcos es suyo.
--¿vamos a hacerlo?¿vamos a hacer el amor?
--claro... somos un matrimonio. No es ¿eso lo que querías?
Emilio está nervioso. Casi no se atreve a tocar a Marcos.
--Mi marido… eres mi marido.
A Marcos le pone nervioso la ansiedad de Emilio. Fuerza una sonrisa ante el juez:
--es que mi esposo es muy emotivo.
El que Marcos se refiera a él como a su esposo es música celestial para Emilio. Lo mira como si estuviera mirando a un Dios. Marcos lo va arrastrando hacia el exterior.
--Emilio, por favor, no me mires como si no te creyeras que nos hemos casado.
Emilio está casi en shock. Es tan feliz que le parece mentira. Tantos años viendo a todos esos guapos de lejos y ahora por fin tiene a uno sólo para él. Y además casados con lo que eso implica. 
--es que no me lo puedo creer
--bueno eso era el acuerdo pero no quiero que todos sepan que me compraste
Marcos se siente un miserable cada vez que piensa que se está prostituyendo y a Emilio le sabe mal.
--No me gusta que hables así. No es muy diferente lo que hemos hecho a todas esas mujeres que se casan para que el marido las mantengan.
--Si pero te tienes que acostumbrar a que estamos juntos, vamos a llevar un matrimonio lo más normal posible. Vamos a tratar de salir de ésta lo mejor que pueda
Emilio lo mira con ansiedad.
--¡eres mío… eres mío¡
--¡No soy de de tu propiedad¡ --Marcos molesto.
Emilio trata de disculparse pero Marcos no le deja hablar. Lo agarra del brazo muy brusco:
--¡ya que lo único que quieres es coger pues vamos a salir de esta¡
--Quiero disfrutar de mi marido pero quiero que sea especial
Marcos es frío y brusco y eso le duele mucho a Emilio que lo complace en todo lo que le ha pedido. Autos de lujo, una mansión:
--¿está todo como querías? -Emilio.
--sí, voy a darme una ducha…
Emilio se queda solo porque Marcos va muy deprisa. Emilio no puede resistir la tentación.
--¡es mi marido, es mi marido¡
Además la casa es de ambos. Tiene todo el derecho a entrar en la que de hecho es la habitación principal. Emilio entra en el momento que Marcos se está bajando el bóxers. Siente toda una explosión dentro de él al ver su tierno trasero. Marcos siente los jadeo de Emilio y se sube el bóxers.
--¿Que quieres?¿qué quieres?
--bueno eres mi marido, tengo derecho a estar aquí ¡quiero verte desnudo¡ --Emilio ansioso y desesperado.
Marcos siente que Emilio lo está tratando como ganado. Entonces se saca los bóxers hasta la rodillas.
--¡aquí tienes lo que has comprado… toma la mercancía y luego me dejas en paz¡
Emilio traga saliva. Está en shock. Marcos desnudo es mucho más guapo de lo que pensó. Marcos se tumba sobre la cama. Se va sacando el calzoncillo. Se aferra a los barrotes con la mano. Cierra los ojos.
--¡apurate –brusco.
No es como Emilio soñó pero desea tanto a ese chico. Lo toca enloquecido, lo chupa. Marcos aprieta los ojos con fuerza, llora de rabia, de impotencia siente asco hacia sí mismo, está muy tenso y a Emilio le duele disfrutar haciendo sentir mal a Marcos.
--Por favorr, no me hagas esto.He pagado mucho por ti, creo que me merezco disfrutar, no sentir que te estoy violando.
Marcos se levanta molesto.
--¡ya tuvo que salir el que me compraste¡
Emilio mira a Marcos desesperado:
--No, yo quise decir que…
Marcos no lo deja seguir:
--¡En el fondo no eres tan distinto a Aguirre… sólo que más desesperado¡
Emilio llora:
--¿¿porqué me haces esto? ¡Aguirre se burló de ti y yo te lo he dado todo¡ ¡¡Eres mi marido, no te pido algo que no sea normal¡
--¡pero no somos perros, entiendo que estés desesperado pero si quieres que nos llevemos bien deja que tenga mi tiempo… no me presiones¡
--Hoy para mi es el dia más feliz de mi vida, sólo quería… --Emilio triste pero Marcos lo interrumpe.
--¡sexo… para eso me has comprado ¡¡sé que estás desesperado pero hoy no, si quieres que sea hoy te tendrás que buscar a otro¡
--¡pero yo quiero que seas tú ¡ --loco de deseo.
Marcos se sienta en la cama. Lo mira angustiado.
--¿y porque yo?
Emilio se pone delante de él. Lo mira en una mezcla de deseo y ternura.
--Nunca he sido feliz, sexualmente he estado frustrado y sí quiero sexo, quiero sexo con un guapo pero deseo que tú seas el primero que me hagas disfrutar del sexo. Tú eres el que me gusta. 
Marcos mira a Emilio agobiado:
--y porque yo?¿porqué tengo que ser yo?
Emilio no quiere hacerle sentir mal pero están casados. Es el minimo derecho que tiene. Se pone en cuclillas. Se le acaricia la mejilla y le dice:
--No lo sé. Tengo todas las fotos que tomó Aguirre con y sin consentimiento de los modelos Eran mis momentos de sexo más felices¿porqué tú? No lo sé… en ti encontré lo que buscabaBelleza pero a la vez ternura, alma.
Marcos no dice nada, deja que Emilio lo besa entre lágrimas:
--Yo sé que para ti tal vez sea difícil de entender pero yo no siento que te haya comprado, yo estoy viviendo un sueño, para mi es un sueño estar contigo. Ser amigos, estar juntos
--tener sexo –le reprocha Marcos.
Emilio se muestra desesperado:
--¿Cómo estarías tú si nunca hubieras podido coger con alguien que te gusta?
Marcos se levanta. Brusco le dice ofreciendo su desnudo cuerpo.
--Puedes tener mi cuerpo, no me opongo.
Emilio lo desea tanto:
--pero es que no quiero sentir que te obligo.
Emilio lo abraza desesperado:
--sólo te pido que me des una oportunidad, que tratemos de llevarnos bien. Te juro que no te pondré las cosas difíciles cuando te quieras ir de mi lado.
Emilio mira a Marcos lleno de deseo y le suplica:
--sólo una vez… me gustaría hacer el amor una vez. Cuando tú quieras pero que sea bonito.
Marcos siente culpa, Emilio es una víctima de él. Lo mira con compasión. Le da un ardiente beso que lo derrite aunque luego lo deja con ganas de más:
--te juro que vamos a hacerlo pero no hoy… espera que yo te diga
--¡sí,. Sí… haré lo que me pidas¡
Marcos siente tristeza por él. Le despierta cero libido. Acostarse con él va a ser un mal trago pero es consciente que debe hacerlo y eso le hace sentir mal. Le desespera tener que hacer algo que no le apetece pero a la vez le toca el corazón ver a Emilio tan entregado. Marcos agarra su ropa y se va desnudo. Emilio está enloquecido de deseo, ver desnudo a Marcos y en movimiento le ha creado una mayor frustración y ansiedad. Trata de calmarse
--es mio, es mío.  Es sólo cuestión de tiempo…
Marcos se viste deprisa. Sale y entra en uno de los lujosos auto que hay en la mansión. Golpea el volante con rabia. Se le escapa una rabia. Se ha metido en algo que no quiere, que lo lastima y culpa de todo a Pinocho.
--¡maldito seas, maldito¡
Marcos está furioso, llora de rabia por el desamor de Pinochoi.

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