sábado, 8 de agosto de 2020

Capitulo 20






Aitor en su moto maneja con rapidez. Siente una gran bronca al recordar los sonidos del placer que se le han clavado en la mente. Son los de Pinocho y Marcos mientras gozaban de una ducha compartida.
--¡No me van a dejar fuera¡ ¡Marcos no se va a reir de mí¡
Le gustaba como se sentía al lado de Marcos y no piensa renunciar a él tan fácilmente. Espera que Humberto aún no se haya ido al trabajo. 


Humberto estaba en la ducha cuando ha oído que le llegaba un mensaje. Su cuerpo desnudo lleno de jabón y el recorriéndolo con sus manos. Sale todo de color blanco. No tiene espera. Ha echado de menos a Pinocho:
--Este tiene que ser mi negro... --dice muy excitado.
Se pone muy cachondo al ver que sí, que es de Pinocho.
--¡¡lo sabía¡ ¡¡lo sabía¡
Lo va leyendo con cara de depravado: "Me muero de ganas de cogerte... Te espero, no me llames ni me mandas mensaje. Si no viene comprenderé que no quieres saber de mi más" más la hora y le lugar. 
Humberto sonríe excitado.
--Este Pinocho es increible.
Le gusta ese chico, no desea dejar de verlo pero no quiere que nadie sepa de su doble vida. En especial su amigo Marcos y sobretodo su novia. La necesita para llevar una vida digamos normal a ojos de la mayoría.



Emilio va deprisa hacia el trabajo. Se ha distraído y si llega tarde Aguirre se va a poner como loco. Aunque luego piensa que haga lo que haga le irá mal con Aguirre. En la puerta de una escuela de secundaria se encuentra un ángel precioso. Emilio lo mira fascinado.
--¡¡madre mía¡
Cuando cree que ha encontrado al hombre perfecto, que ya no puede haber nada más guapo... zaf... aparece otro. Eso es todo un regalo para él aunque también aumenta su frustración:
--Yo siempre me tendré que resignar con un feo horroroso como yo.
El chico, a parte de guapo y muy jovencíto (no en vano espera para entrar en la escuela) es rubio. De cuerpo tierno pero perfecto. No debe tener más de 18 años pero su voz es grave, muy masculina y sensual. Eso es una de las cosas que más llama la atención a Emilio:
--tiene voz de hombre... de bien macho... tiene que ser una bestia en la cama...
No quiere ser muy descarado para no meterse en un lío con tanto colegial pero el chico lo merece la pena. Ese chico es digno de ser inmortalizado. Se mantiene a distancia. Hace como si hablara con teléfono pero lo graba con su celular. El chico no deja de hablar y de moverse animado. La voz varonil de él excita mucho a Emilio. Está bien cachondo.
--¡me encanta... me encanta¡ --va murmurando.
No se pierde detalle de ese cuerpito tan tiernecito como excitante:
--¡A Aguirre le tiene que gustar... tiene que desnudarlo para mí¡
Emilio siente que va a enloquecer sino, ya que tenerlo como amante es una quimera, no logra verlo desnudo. El chico en cuestión no tiene nada de culo, lleva unos jeans y las arrugas que le cuelgan son muy eróticas. Emilio se está poniendo enfermo. Tiene que hacer un gran esfuerzo para no agarrarse de ahí. No se separaría de ese guapo en toda la mañana pero sabe que no puede hacerlo. Debe trabajar y sobre todo no debe llamar más la atención. Va mirando hacia atrás mientras se va alejando de la escuela.
--yo quiero una preciosidad así desnuda en mi cama aunque sea una sola vez --va diciendo con amargura.

Aitor llega a casa cuando Humberto está apunto de irse. A Aitor se le ve sofocado.
--¡No te vayas aún¡
Humberto tiene prisa. Quiere adelantar trabajo para ir libre a su cita con Pinocho que es en lo único que piensa. Humberto se saca de encima a su sobrino:
--ahora no tengo tiempo para tus tonterías.
Aitor se molesta mucho.
--¡¡sabes que te tengo en mis manos... no me puedes decir que no¡
--¡no eres más que un caprichoso¡ --dice Humberto con fastidio.
--¡¡seré lo que sea pero si no haces lo que yo diga ya...¡
Humberto no lo deja continuar. Se va desabrochando los pantalones mientras dice enojado:
--¡¡que sea uno rapido¡
--Vaya, sí que eres pervertido --dice Aitor con ironia-- sólo piensas en sexo. Yo lo único que quiero es que me dejes tu celular. el mio se me ha perdido.
Humberto se abrocha los jeans avergonzado por su metida de pata:
--es que como siempre quieres lo mismo.
No sabe como justificarse y dice:
--¡bueno, toma pero no tardes... mientras voy a buscar el auto¡
Humberto le entrega el celular a su sobrino y se va sofocado. A Aitor le brillan los ojos. Todo ha salido como esperaba. Escribe un mensaje que le mande a Pinocho. Le da la hora y el sitio que previamente le ha puesto a Humberto y el texto: "Necesito verte, será la ultima vez... Ven por favor. Sino le contaré todo a Marcos." Luego cita a Marcos en el mismo lugar: "necesito hablar contigo... es importante. Te tengo que contar algo de Pinocho. No se lo digas a él". Borra los mensajes y enseguida se le devuelve a Humberto 
--¡gracias, tio¡
A Humberto le sorprende la amabilidad de su sobrino pero tiene prisa y no dice nada. Aitor se queda sonriendo.
--No lo sabes, tito, pero me vas a ayudar a quedarme con el hombre que me gusta. 


Marcos y Pinocho están en plena "luna de miel". Salen de la ducha desnudos entre besos y abrazos.
--¿te ha sonado el móvil?
--si es un mensaje..
Ambos hablan jadeando. No se apartan el uno del otro. En ese momento suena del celular de Marcos.
--¿es el tuyo?
A los dos les sorprende la coincidencia pero no hacen caso y siguen a la suyo.

Emilio ha llegado tarde y Aguirre lo regaña.
--¡¡es que ya me tienes harto¡ ¡¡no sirves para nada¡
A Emilio le duele que su jefe lo humille siempre delante de todos esos guapos pero no quiere perder su empleo.
--Si supiera porque he llegado tarde...
Pero Aguirre no lo deja hablar:
--¡si ya, tú siempre tienes una excusa¡
Le cuesta que su jefe se esté quieto pero finalmente Aguirre ve el video. Se le van los ojos:
--tienes buen gusto... aunque te vas a quedar con las ganas, con la cara de basura que tienes... Nunca un chico de estos te hará caso. Más vale que te volverías hetero porque con un guapo... ¡¡jamás¡
Aguirre se ríe de él. Emilio se muere de la rabia pero siente que tiene razon.
--bueno yo me ocupo del chico... no hagas nada porque con tu cara lo asustas.
Aguirre va riéndose y Emilio se siente mal pero almenos la posibilidad de tener cerca a ese chico lo ilusionada.


Aún a medio vestir, Pinocho y Marcos miran sus mensajes. A Pinocho se le hiela la sangre al ver el de Humberto . No había pensando en él. Se siente feliz como nunca con Marcos pero no sabe como afectará a lo que recién está naciendo su "relación" con Pinocho.
--¿te ocurre algo? ¿quien es? -- Marcos.
--No nadie... --tenso.
En seguida borra el mensaje. Pone mala cara. 
--¿te sientes bien? --Marcos 
Es en ese momento cuando Marcos ve el mensaje que tiene él. Fulmina con la mirada a su amigo.
--¿me estás ocultando algo?
Pinocho está nervioso.
--¡no... me tengo que ir...¡ ¡¡luego te llamo¡
Marcos no le dice nada porque está convencido que sabe lo que le pasa.
--Me oculta algo y Humberto lo sabe.
Eso le angustia mucho. Ha pasado la noche de su vida con Pinocho y no quisiera descubrir que todo ha sido mentira.

Aitor espera escondido en el lugar de la cita. Él ha hecho lo que ha podido. Espera que los minutos de diferencia con el que ha citado a Marcos sea suficiente. Humberto es el primero en llegar, lo espera en el auto. Pinocho llega nervioso.
--¡Esto no puede seguir así¡ --dice.
Humberto no entiende bien lo que pasa:
--entra en el auto... te veo tenso... Necesitas un buen polvo.
Pinocho se lleva las manos a la cabeza:
--No quiero seguir acostándome contigo.
--¿¿como? ¿y para qué me has citado?
Quien también se ha quedado perplejo es Marcos que acaba de llegar y lo ha oido todo.

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