sábado, 8 de agosto de 2020

Capitulo 24



Aitor va a buscar a Marcos a su departamento. Éste lo recibe con muy mala cara.
--¿qué quieres? Déjame en paz... Molesta a otro, niño.
Aitor está muy interesado en Marcos y está dispuesto a todo para demostrarle que puede hacerlo feliz.
--No me trates como si fuera un adolescente loco. De hecho tenemos la misma edad.
--Pues no te comportes como tal.
Marcos lo trata fríamente, a Aitor le duele que Marcos sufra por amor.
--¿tanto amas a mi tío? ¿tanto te duele que esté con el negro?
Aitor se muestra apasionado:
--Yo conozco bien a mi tío. Te puedo dar lo mismo que te da él...
Aitor se muestra ansioso. A Marcos le llena de ternura que Aitor tenga tanto interés en estar con él pero está muy herido por Pinocho. No le aclara nada. No quiere lastimarlo.
--Déjame solo. No soy una buena compañía.
Aitor se auto-invita a entrar al departamento de Marcos. No piensa irse fácilmente.
--No te quedes llorando por mi tío y el negro ese.
Marcos se muestra duro. No quiere mostrarse como un abandonado. No sabe bien cuando sus sentimientos cambiaron, cuando su corazón dejó de pertenecer a Humberto para ser de Pinocho. No deja de ser una ironía que esos dos ahora estén juntos. Es algo que lo ha lastimado mucho pero no piensa permitir que se le note.
--Me ha sorprendido que tu tío estuviera con él, aunque lo sospeché nunca pensé que fuera gay gay.
Aitor sonríe con ironía y le dice:
--te aseguro que en ese aspecto hay muchas cosas de mi tío que te sorprenderían.
Marcos no le hace mucho caso a lo que le dice. De hecho no le interesa.
--Igual conozco a Pinocho. No sé que siente Humberto por él pero Pinocho no se compromete con nadie. No durarán ni cuatro días.
Aitor se hace el sorprendido.
--¿es que no sabes?
--¿saber qué? --sin mucho interés.
En realidad Aitor es consciente que Marcos no sabe y por eso está ahí, para contarle.
--¡Se van a casar... mi tío y Pinocho se casan¡
--¿¿¡qué?¡¿¿como dices?¡
Marcos siente un puñal que le atraviesa el pecho. Se ha quedado en shock, pálido. Aunque sabe que la realidad es otra, Aitor desea poner celoso a Marcos:
--¡están tan enamorados¡ ¡¡imagina... para que mi tío salga del closet ¡
Marcos está dolido. Piensa en Pinocho, tan inaccesible en su alma, no queriendo implicar sus sentimientos y ahora apunto de casarse. Tiene un nudo en la garganta. Tiene que hacer un esfuerzo para que no se le salgan las lágrimas. Piensa en todo lo que se dijeron él y Pinocho la otra noche, en el acercamiento que tuvieron, en los felices que se sentían. 
--¡Era mentira, era mentira¡ --murmura atormentado.
Aitor hace el que no se entera del sufrimiento de Marcos aunque se da perfecta cuenta. Quisiera que por despecho Marcos cayera a sus pies.
--a mi me dan una envidia, me encantaría casarme ¿a ti no? Me encantaría casame en una boda doble...
Marcos sangra por la herida:
--¡no, a mi no¡
Y se aparta lleno de rabia.
--¡y vete ya que estoy cansado¡
Aitor esperaba que Marcos le hiciera la propuesta por despecho. Se muestra comprensivo.
--si te entiendo. Debe ser muy duro ver al amor de tu vida casándose con otro pero debes estar con otro. Así no es tan humillante para ti.
Marcos no deja de pensar en Pinocho, en la primera vez que se vieron, en como le sedujo esa mezcla de timidez y descaro, en cómo disfrutó fornicando con él, en sus momentos de pasión, de decepción, en su beso, su noche. Y Aitor va siguiendo hablando:
--porque claro con lo que tú amas a mi tío...
Aitor va metiendo el dedo en la llaga porque desea que Marcos lo meta en su cama para olvidar. Marcos acaba diciendo:
--Yo no siento nada de amor por Humberto.
--¿y entonces? ¿porqué estás así?
--porqué no me gustan que mis amigos hagan las cosas a mis espaldas y eso es lo que han hecho ellos.
Aitor nota el dolor de Marcos en su mirada pero le conviene creerlo. Entonces como si nada le dice:
--pues me alegro y entonces ¿vendrás conmigo a la boda?
--claro que no --Marcos sorprendido por la pregunta.
--¿porque? --Aitor se hace el que no sabe.
--porque no.
--Esa no es una respuesta.
Aitor se muestra cariñoso y Marcos muy frío:
--No tengo otra.
Marcos está muy triste. Aitor le reclama, que si estamos juntos, que si me debes esa y Marcos harto acabando diciendo:
--¡tú y yo solo somos amigos. Yo estoy enamorado de Pinocho¡
--¿el negro?¿te gusta el negro? --sorprendido.
Marcos no quería que sus sentimientos vieran lo luz pero ya lo ha dicho.
--si ¿y?
--¡pues que él pasa de ti, él quiere con mi tío y tú solo fuiste un polvo¡ --miente  para que Marcos se decepcione.
Esto es lo que piensa Marcos pero le da mucha rabia que Aitor se lo recuerde. Se muestra agresivo. Lo echa de muy malos modos. entonces Aitor cambia de táctica, se hace el sufrido:
--dejame ayudarte, yo puedo hacer borrar tus heridas.
Marcos lo rechaza bruscamente.
--¡No te quiero ver más¡
--Eso no es justo para mi. Yo te lo he dado todo. --le reclama Aitor.
--pero yo no te he prometido nada.
Marcos no le quiere hacer daño pero está cansando que le insista. Aitor llora. Está desesperado:
--Yo estoy enamorándome de ti. Sé que te puedo hacer feliz.
Marcos le acaricia las lágrimas con ternura. Lo ve tan frágil. Quiere protegerlo pero no lo puedo amar.
--pero yo no, esto acaba aquí. No quiero hacerte daño.
Aitor se aferra a él con desesperación:
--¿¡No quieres hacerme daño y me partes el corazon?¡
--deja comportate como un niño --es un regaño pero con cariño.
--estábamos los dos bien. ¿por qué ahora me dejas? Me dijiste que lo ibamos a intentar. --desesperado.
--lo intentamos y no funcionó.
--Yo sé que puede funcionar.
Marcos se muestra firme, seco pero amistoso. No quiere ser duro. Aitor insiste, Marcos le pide que se vaya.
--No me obligues a ser grosero.
Aitor se muestra triste:
--No me saques de tu vida.
--No me obligues a sacarte a la fuerza.
Aitor se va llorando. Marcos se siente abrumado. Espera que Marcos insista. Aitor se ha sentido como nunca con Marcos.
--¡¡No me va a sacar de su vida¡¡¡no lo va a hacer¡¡
LLora. Siente mucha bronca, mucha rabía. Está dispuesto a lo que sea para que Marcos no lo saque de su vida. Maneja su moto a mucha velocidad. De pronto se le ocurre una idea. Sonríe. Cierra los ojos, piensa en Marcos, en sus momentos de intimidad, grita y él mismo se auto-estrella contra un muro...





No hay comentarios:

Publicar un comentario