sábado, 8 de agosto de 2020

Capitulo 19


Pinocho no entiende bien el dolor que está sintiendo. Lo que quiere es huir en su moto. No le gusta que lo vean débil. Marcos no lo deja escapar.
--estoy cansado de acostarme con uno y otro --Marcos.
--¿a poco no te gusta ser irresistible? --Pinocho.
Pinocho habla con una triste ironía. Marcos habla con amor:
--si pero me estoy cansado de no tener a alguien.
Pinocho ve tristeza y frustración en los ojos de Marcos y no entiende porqué. Es guapo, tiene éxito con los chicos. No entiende que esté solo si no no es lo que quiere.
--cualquiera se puede enamorar de ti --Pinocho.
--no, es cierto.
Marcos se muestra dolido. Pinocho le toma de la mano. Se miran a los ojos:
--yo podria ..
Al propio Pinocho le sorprende lo que está diciendo pero le gusta. Se nota el desconcierto en la mirada de Pinocho. Marcos no lo deja pensar:
--me gustaria intentarlo.
Se besan apasionadamente. Marcos lo acaricia.
--me puedes explicar que somos..ñ
--No lo sé... No lo sé...
Se devoran a besos. Se tratan con cariño. Los dos están contentos.
--me gustaría pasar la noche contigo, toda la noche. --Marcos.
--nunca me han hecho una propuesta que me gustara tanto.
Entre los dos meten la moto de Pinocho en el auto de Marcos. Están sonrientes, contentos. Ninguno de los dos pensó que podían estar así de bien juntos.

Aitor ha dado vueltas con su moto. Es mucho el dolor que siente. Se para en la carretera. LLora. Da patadas. Grita. Seca sus lágrimas. Su mirada es dura.
--¡No me van a dejar fuera¡ ¡¡no después de lo que vivimos¡
Aunque todo empezó más que nada por un capricho suyo, a Aitor le gusta mucho Marcos. 
--¡No vas a llorar más¡
Pero está muy dolido y sus ojos están llenos de lágrimas. Aunque Marcos no le había prometido nada, Aitor no lo ha vivido de esa manera. 
--Somos una pareja..Me tiene que dar una explicación.
Agarra unas llaves que tiene en el bolsillo:
--por algo me dio las llaves del apartamento...
En realidad Aitor se las agarró sin que él se diera cuenta pero Aitor no está acostumbrado a no tener lo que desea. Entra en el apartamento de Marcos. Entra sigilosamente. Aunque no lo quiere aceptar sabe que Marcos nunca le ha prometido nada y que no tiene derechos a entrar sin permiso. Reconoce la ropa de Pinocho. Está toda por el piso. Aitor siente rabia. Dolor. En el dormitorio están los dos. Marcos y Pinocho abrazados. Desnudos. Durmiendo plácidamente. Esa escena le duele más de lo que pensó. Si solo fuera sexo pero Marcos nunca estuvo así con él. En sus rostros se ve una sonrisa. Se ve armonia. Parecen una pareja de enamorados y eso es algo que Aitor no acepta. Habia pensando que les iba a hacer un escándalo pero finalmente se va derrotado. LLega a casa de su tio dolido. Con rabia que descargar. 




Humberto está ya dormido. Aitor se desnuda y se mete en la cama con rabia. Quiere desahogarse con él.
--ahora no, mañana tengo que madrugar.
Pero Aitor no acepta otro rechazo.
--¿¿quieres que llame a mi padre y le cuente cosas?
Humberto no tiene ganas de discutir. Una vez más le da lo que quiere. Aitor, al rato, se levanta de la cama relajada pero triste. Humberto se preocupa por él. Aunque le molesta el chantaje, es su sobrino. Siempre lo ha querido mucho aunque tengan una relación no muy conveniente.
--¿qué es lo que te ocurre?
Aitor se muestra agresivo.
--¿¿y desde cuando te intereso?
--Tienes razón, eso me pasa por preguntar --dice Humberto molesto.
Humberto se dispone a dormir. Aitor se va a su habitación y llora lleno de rabia. No soporta saber que Marcos está con otro. Con el amante de su tio. No lo piensa permitir.
--tengo que hacer algo.





Pinocho se ha despertado de madrugada. Salta de la cama totalmente desnudo. Mira hacia la ventana. Marcos se ha despertado y lo ve. Con cariño le pregunta:
--¿No puedes dormir?
Todo ha pasado demasiado rápido. Pinocho nunca pensó en el amor:
--No estoy acostumbrando a dormir acompañado.
Marcos extiende su mano. Se muestra muy cariñoso:
--Yo en cambio siempre he deseado esto.
Pinocho se muestra asustado.
--Creo que tú esperas demasiado de mí.
--No, te juro que no --dice Marcos cariñoso-- sólo quiero que te dejes llevar, que nos conozcamos más que solo en la cama...
Pinocho no dice nada. Acepta su cariño.

Al dia siguiente, Emilio va todos los dias al centro multimedia que conoció a Aitor con la esperanza de volver a verlo. Sino almenos siempre tiene a la vista algún guapo que lo llena de alegría. Hasta ese lugar se acerca Carlos Emilio para hacer pis. Emilio en seguida se fija en él. Le parece muy guapo. Además lleva unos jeans que le hacen el trasero muy bonito. Emilio se lo come con los ojos:
--¿¿va ya al lavavo?¡ --dice para sí sin poder creer su suerte.
Desea conocer su herramienta y si bueno si al fin puede hacerlo con algún guapo. No se da cuenta que Carlos Emilio puede ser lo que busca. El chico está solo. Su timidez no lo ayuda a relacionarse. Busca la compañía de algún chico. A él no le importa si es guapo o no. Ha sentido que Emilio lo miraba pero le da miedo acercarse a él. No quiere cometer un error. Va al lavabo. Va tranquilamente para dar tiempo a Emilio o a cualquier otro a seguirlo. Emilio no lo duda. Va tras él. Le sorprendre que cuando está en el urinario Carlos Emilio aún no se ha sacado la herramienta sexual y es que Carlos Emilio ha ido bien lento precisamente por si conseguia a alguien. Está nervioso y a la vez contento. Está seguro que Emilio quiere algo con él pero espera que sea éste el que tome la iniciativa. A Emilio le pone muy cachondo ver como el guapo que ha conocido se desabrocha los jeans y le ve claramente la verga. De unos ocho centrímetros, con pellejo (a Emilio le encanta morderlo). Muy delgada y tirando a rojiza. Carlos Emilio está bien separado y le deja a Emilio disfrutar del espéctaculo. Quiere estar seguro que Emilio busca lo mismo que él pero Emilio no se anima a ser muy descarado. Mira lo justa y Carlos Emilio pues tiene sus dudas. No se atreve a decir algo. Carlos  Emilio hace pis tranquilamente pero Emilio no porque está muy ansioso. Le gusta el chico.
--¡¡está como me lo recetó el doctor¡ --dice para sí.
Siente un enorme deseo de morder aquella cosita que Carlos Emilio tiene entre las piernas y Carlos Emilio desea que lo haga. Emilio se pone a mil cuando el guapo se la sacuda y finalmente se va. Carlos Emilio está seguro que Emilio quiere con él. Piensa que tal vez no se ha animado al estar en un lugar público.
--¡tengo que hablar con él¡ --piensa Carlos Emilio.
Aunque le pone muy nervioso, Carlos Emilio piensa que tal vez si comienza a hablar en la calle pues una cosa vaya a otra cosa. Carloa Emilio espera que Emilio también se vaya del centro a la vez con él y puedan hablar en la calle. Emilio ve al guapo parado en la puerta. Piensa en la posibilidad de ir hacia él con cualquier excusa para estar detrás de él pero finalmente no se anima. Cuando Emilio se sienta, Carlos Emilio se va decepcionado. Entonces Emilio se da cuenta que el guapo lo estaba esperando a él. Eso le inquieta mucho:
--O me queria meter una paliza o echarme un polvo... --dice para sí.
La posibilidad de que Carlos Emilio quisiera algo con él y haya desaprovechado la ocasión lo tiene muy ansioso:
--lástima que nunca sabré la respuesta --dice Emilio resignado.

Aitor ha vuelto a casa de Marcos. Entra sin hacer ruido. Escucha la ducha. Risas. Marcos y Pinocho están desnudos en la ducha. Gozando de su amor y de sus cuerpos. Aitor se les acerca. Los espia. Siente rabia por todas esas cosas que no vivió con Marcos.
--No van a ser felices --dice para sí.
Reconoce los jeans de Pinocho. Busca en el bolsillo. Agarra el celular de Pinocho. Sonrie travieso.
--Marcos va a volver a mí... Seguro..
Aitor tiene un plan para separar a Marcos de Pinocho. Le manda sms a Humberto . La rabia que siente por las risas de los amantes lo anima a seguir adelante. Acuerda una cita entre Pinocho y Humberto . Luego borra los mensajes que ha mandado, deja el celular en el pantalón y se va. Ahora necesita el celular de Humberto para seguir con su plan.

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