viernes, 7 de agosto de 2020

Capitulo 17





Después de su excitante encuentro con Aitor, Emilio tiene que ir a su trabajo. Aguirre se la pasa gritando su nombre.
--¡¡Emilio¡¡ ¡Emilio...¡ ¿¿dónde está ese inútil?¡
Emilio llega sofocado.
--¡¡llegas tarde¡¡ ¡¡llegas tarde¡
Emilio está muy cachondo. Recordando a ese guapo chico que ha conocido y viendo las otras bellezas que están en exposición. Están preparados para la sesión Antonio y Bruno. Los dos en tanga. A Emilio se le van los ojos. Es lo que le faltaba para excitarse aún más. Aguirre no deja de gritarle a Emilio:
--¡¡es que no sé como te aguanto¡ ¡¡un día de estos voy a echarte a la calle¡¡ ¡¡al fin me voy a librar de ti¡
Emilio tiene ganas de decirle a su jefe que no le va a ser fácil encontrar a alguien que trague con su mal carácter, con tantas horas de trabajo y con un sueldo bajo mínimos pero Emilio se calla. Entre tanto guapo desnudo está en el cielo y no quiere arriesgarse a perder lo que tiene.
--¡¡venga a trabajar¡ --grita Aguirre.
Todos están acostumbrados a los gritos del fotógrafo. El hombre en seguida se altera.
--¡tengo que descansar... estoy harto de tanta de tantos incompetentes¡
Aguirre se encierra en su despacho. Da la orden que cuando llegue Lalo vaya a verlo. Se encierra en su despacho pensando en Alberto. Mira los negativos de las fotos que le hizo.
--¿donde dejaría las copias que saqué?
Mientras Emilio está muy atento a los movimientos de Antonio y Bruno. Le excita mucho verlos así. Además se muestran muy cariñoso el uno con el otro.
--me gusta tenerte aquí--le dice Antonio.
Bruno se le ríe:
--tampoco te pongas romántico que solo somos amigos. No sea que el jefe se nos ponga celoso.
Los dos se ríen. A Emilio le gustan mucho pero:
--No tanto como él.
No deja de pensar en Aitor.
--Es tan guapo, tan tierno... Se ve tan sensual.
Siente que con un hombre así sería tan feliz.
--¡Tengo que volver a verlo¡
Aitor le ha puesto muy cachondo:
--ojalá pudiera desnudarlo... ojalá pudiera localizarlo, que Aguirre le conociera. Si lo ve pagaría lo que fuera por verle las bolas.
Y Emilio estaría encantado de que eso ocurriera. Lalo llega al rato. Entra en el despacho del jefe. Aguirre no se hace esperar:
--te vi con el nuevo... con Alberto... ¿qué sabes de él? 
Lalo duda:
--¿y para qué quieres saberlo?
Aguirre está de mal humor porque no ha podido disfrutar de su nuevo juguete. Se muestra agresivo:
--¡dime todo o te despido¡
Lalo sabe que es mejor no ponerse en contra de Aguirre:
--No sé mucho.
Con los datos que le da es suficiente. Lalo se va del despacho triste. Le duele haber traicionado a su viejo amor pero no cree que vuelva a verlo. Aguirre hace algunas llamadas. Sus ojos son de rabia.
--¡te tendrás que esconder hasta debajo de las piernas..trabajo que consigas trabajo que perderás¡
El hombre sonríe maquiavelicamente. 
--¡Va a volver de rodillas a pedirme perdón¡
Aguirre está seguro de eso y lo celebra con una copa de champán del mejor. Se deleita imaginando como será acostarse con ese bombón.


En la noche Emilio llega a su casa con ganas de sexo. Piensa en sus guapos del trabajo y sobretodo en Aitor, ese joven desconocido que le ha cautivado. Nicolás está en el sofá con su guitarra componiendo una canción. Emilio tiene sed. Sed de hombre. Nicolás conoce esa mirada:
--ahora no, tengo que acabar esta canción.
Pero Emilio no acepta un no. Se arrodilla y se lanza contra el miembro viril de Nicolás. Lo saborea con los ojos cerrado pensando en Aitor. Nicolás se queja.
--No seas tan violento. Me lo vas a arrancar.
Emilio esta demasiado frustrado y necesita descargar.

POr otro lado, Aitor visita a Marcos que lo recibe cariñosamente.
--traje comida china. Espero que te guste.
--si, gracias.
Comen los dos juntos en el sofá. Para Marcos es un amigo más pero Aitor se siente su pareja.
--he pensando que podria traerme unas cosas mias.
Marcos en seguida lo detiene:
--Ni se te ocurra. No somos una pareja.
--¿y que somos pues?
--es solo diversión entre amigos.
--pero quedamos que me ibas a dar una oportunidad..
--y te la estoy dando pero como amigos.. No vayas tan rapido, no hagas que me arrepientes...
Aitor sonríe con cara de travieso:
--pero coger si podemos no...
Aitor se va desnudando. No le cuesta seducir a Marcos que se deja llevar. No lo toma muy en serio pero no sabe que Aitor ha decidido que no se va a mover de su vida.


dias después... Aitor está en el departamento de Humberto . Es de noche y se está arreglando para salir. Humberto se acerca a él con curiosidad.
--¿No me vas a decir con quien estas saliendo?
--¿qué pasa?¿estás celoso?
Humberto esté encantado que su sobrino lo deje en paz pero le sorprende que de hacerle chantaje ahora no quiera saber de él.
--Soy tu tío.Tengo derecho.
A Aitor le gustaría divertirse con Marcos y con su tío sabiendo que su tío siempre ha sido el amor de Marcos pero no quiere ser él quien obligue a Humberto . Le gustaría que fuera Humberto quien lo persiguiera.
--¿es que me echas de menos en tu cama?
A Aitor le gustaría que así fuera pero no.
--Por mi haz lo que quieras.
Llaman al timbre en ese momento. Es Marcos. Humberto y él se abrazan. Aitor está de espaldas. 
--¿estás ocupado?
A Marcos siempre le ha molestado que su amigo estuviera con otros chicos. Le sorprende ver que ahora no es así. Le sorprende pero no le molesta. Sin duda es el fenómeno Pinocho.
--Nunca habías coincidido con él pero mi sobrino lleva unos días viviendo conmigo.
Aitor está algo nervioso. Todo comenzó como un juego. Le hacía gracia pensar en la cara de pondría Marcos cuando descubriera que se ha acostado con el sobrino de su amigo-amor pero ahora está muy encaprichado por Marcos y le preocupa que este se enfade. Se gira y sonríe nervioso. Marcos se ha quedado pálido.
--¿¿tú?
---¿se conocen? --Humberto sorprendido.
Aitor sonríe travieso. Marcos se acaricia el pelo para relajarse. Fulmina con la mirada a Aitor. No sabe qué hacer. Es el sobrino de su mejor amigo, del que siempre ha estado enamorado pero aparte de eso, Humberto y él son muy buenos amigos. Marcos tiene miedo de que a Humberto le moleste que se haya acostado con su sobrino.
--No sé bueno... de vista...
--Si claro... eso... --dice Aitor.
Aunque es una situación que quería provocar ahora a Aitor no le parece tan divertido. Marcos no se siente cómodo.
--Yo ya me voy..
--pero si has llegado ahora.--Humberto sorprendido.
--Si, pero es que he quedado con alguien... --dice Marcos mirando molesto a Aitor.
Aitor se da cuenta que Marcos se va dolido. Aitor se va detrás para convencerle que lo suyo va en serio. Marcos es más rápido. Aitor lo llama pero se mete en el auto y se va. Aitor lo sigue con la moto. Está dispuesto a hacerse escuchar. Aunque no tenia nada serio con Marcos, éste no soporta sentir que no ha sido sincero, que le ha tomado el pelo. Quiere desahogarse, olvidar. Va al antro de siempre. Ahí está ya Pinocho, siendo como siempre el alma de la fiesta.






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