domingo, 9 de agosto de 2020

Capitulo 40 y último



Marcos siente una gran rabia, un gran odio, un gran remordimiento dentro de él. Está furioso. Sabe que es culpable, que ha mandado a Emilio a la muerte pero no se siente solo en su culpa. Da un puñetazo contra la pared y lleno de dolor y de rabia dice:
--¡¡Pinocho, Pinocho es el culpable de todo¡ ¡¡ESE MALDITO NEGRO ME HA DESTRUIDO LA VIDA¡
Marcos siente un gran odio hacia Pinocho, que nace del profundo amor frustrado que siente hacia él. Aitor no se atreve a preguntar. No quiere una confesión de amor. Marcos habla solo, escupe su dolor.
--¡me volví loco porque MI PINOCHO se casó con OTRO¡
Por las mejillas de Marcos va deslizando algunas lágrimas. Aitor sabe que Marcos habla de Pinocho, que lo ama a Pinocho pero prefiere hacer el que no sabe. Quiere desviar la atención de Marcos de Pinocho.
--Yo creí que mi tío ya no te importaba.  No pensé que lo quisieras tanto a Humber .
Marcos está totalmente enloquecido del dolor, de la culpa.
--¡no es tu tío  yo amo a Pinocho… no me lo puedo sacar de la mente¡
Se golpea el corazón.
--¡NI DE ESTE¡ --dice Marcos con dolor y rabia.
Ya lo ha dicho, no hay marcha atrás. Aitor lo ha sabido siempre pero no lo quería reconocer. Está muy triste. Sólo le queda un amargo reproche para Marcos:
--te podías haber casado conmigo si era por despecho, yo te habría hecho feliz.
Aunque no tiene ganas de ser amable, Aitor no tiene la culpa de sus broncas y trata de ser cariñoso. Marcos le pone la mano en la mejilla muy tierno.
--sabes que no, no te quiero. Además yo quería dinero y tú no me puedes dar lo que necesito.
Los dos se miran con mucha amargura. ¿Es el final? No, Aitor no lo puede aceptar. Lleva a Marcos demasiado dentro como para renunciar ahora a él.
--¿y ahora?
--Estoy vacio --Marcos.
Marcos se siente mal. A Aitor le duele la mirada de Marcos. Lo ve destruido y por primera vez es razonable, se da cuenta que nada de lo que pueda hacer él aliviaría ese dolor. Trata de aferrarse a él con desesperación. Marcos se ha dado la vuelta y Aitor le abraza por la espalda.
--¡aún podemos ser felices¡
Marcos lo mira con tristeza.
--tú y yo nunca hemos sido felices, sólo somos amigos.
Aitor no se resigna. Habla con ansiedad.
--¡Yo sí, yo sí he sido muy feliz contigo¡
Trata de besarlo, de arrancarle la camisa. Marcos se aparta de él. Se muestra molesto. Pese a que tiene casi la misma edad, en ese momento lo ve más pequeño, más irresponsable que nunca. Definitivamente Aitor nunca le dará lo que necesita. A parte que en ese momento no se ve capaz de estar con nadie.
--¡Mi esposo acaba de morir y tú piensas sólo en coger? ¿¿Qué te pasa?¡
A Aitor le duele y le preocupa que Marcos quiera ahora convertirse en un afligido viudo.
--¡es que hablas como si fuerais un matrimonio feliz y no lo era así¡
Eso angustia más a Marcos.
--¡él me amaba¡
Es una realidad que golpeaba el corazón de Marcos. Está convencido que Emilio lo estaba amando y que él no lo hizo feliz a Emilio¡
Aitor siente celos de los sentimientos de Marcos hacia Emilio, no está dispuesto a pretender que, si Emilio no fue rival en su vida, lo sea en su muerte.
--¡él quería coger contigo y lo logró¡ ¡¡te le vendiste¡
Aitor habla con celos y Marcos se molesta.
--¡Vete a la mierda¡

Aitor se siente mal, se da cuenta que Emilio quería de verdad a Marcos y piensa que lo único que puede hacer es dejarlo libre para que sea feliz y así demostrar que lo ama. Hace su maleta. No se despide de él. Le deja una nota: “El único que te amó de verdad fui yo y es tan grande mi amor que me voy a sacrificar. Renunció a ti para que seas feliz con el hombre que amas… Con Pinocho¡
Sus lágrimas mojan el papel. Sabe que su plan es muy arriesgado pero es lo único que puede hacer.
--¡¡me tiene que salir bien¡
Aitor conoce a Marcos. Nunca ha soportado que la gente sufriera por él.
--Cuando se dé cuenta de mi sacrificio me vendrá a buscar. Se olvidará de ese estúpido y será mío para siempre.
Está seguro que saldrá bien.
--Tengo que lograr que Pinocho vuelva con Marcos así cuando ya su relación no sea prohibida se acabará el encanto y volverá a mí¡

Por su lado, Nicolás y Alberto están sentados en el sofá. Ven las noticias, hablan del asesinato de Emilio. Se ve a Aguirre entrando en la cárcel. A un elegante Marcos saliendo de comisaría. A la prensa preguntando a Marcos:
--¿es cierto que su esposo era amante del señor Aguirre?
Marcos no contesta. Es escoltado hasta su lujoso auto. La periodista habla de este nuevo rico, recién casado con un chico más joven y guapo, que quiso seducir a su ex jefe por venganza porque siempre lo había humillado. Habla de que no se sabe nada de su entierro pero que al parecer será sencillo e íntimo. A Nicolás no puede evitar que se le escape una lágrima. Alberto lo besa con cariño.
--te duele, ¿verdad?
Nicolás mira a Alberto con pena.
--No me malinterpretes. Yo te amo a ti pero Emilio fue una parte importante de mi vida. Siempre estuvo acomplejado, obsesionado por tonterías.
--y murió cuando logró lo que quería.
Nicolás abraza con fuerza a Alberto.
--¿te molesta si voy al entierro?
Alberto le sonríe. Entre los dos hay una relación de amor, de deseo y de confianza.
--claro que no. Es más, me gustaría ir yo contigo.
Nicolás se aferra con fuerza a Alberto, lamentando que su ex no haya tenido su misma suerte.


Pinocho y Humberto han hecho el amor. Humberto fuma relajado. Pinocho está intranquilo.
--¿no crees que deberíamos ir a ver cómo está Marcos?
Humberto no puede con los celos.
--¿¡¡qué pasa es que no puedes dejar de pensar en él, tanto lo amas?¡ --le reprocha a Pinocho.
Pinocho se levanta de la cama desnudo. Le duele la frialdad con la que Humberto habla de Marcos. Aunque su rostro dice que sí, su voz dice que no.
--¡claro que no, lo que pasa es que es amigo tuyo y él te ama, deberías estar con él¡
A Humberto le duele mucho ver que su esposo está tan pendiente de Marcos y con rabia le escupe:
--¡¡a quien ama es a ti y tú estás aquí conmigo¡
Pinocho no da crédito a lo que oye:
--¿¿qué Marcos me ama a mí?
Pinocho siente que el corazón se le va a escapar del pecho.
--¡no puede ser, no puede ser¡
Humberto se levanta desnudo. Trata de arreglar su metida de pata:
--No claro, me entendiste mal.
A Pinocho la duda ya se le ha clavado. Se empieza a vestir. Humberto trata de retenerlo, sabe que si se va no volverá. Pinocho ya se ha vestido cuando Humberto al ver que no puede evitar que se vaya, le grita.
--¡si te vas no vuelvas¡
Pinocho le sonríe con melancolía:
--Ya cumplí con mi parte del trato. No tengo porque volver.
Pinocho se va y Humberto se queda furioso. No tarda en llegar Aitor, quiere buscar a Pinocho para ser él quien los ayude a reconciliarse y así Marcos sentirse en deuda con él. Le da rabia saber que llegó tarde.
--¡esto no va a quedar así¡ --grita.
A Humberto no le gusta ver tanto odio en los ojos de su sobrino. Ahora que ha aceptado que son los hombres lo que le gustan pues se dedicará a encontrar a su “Pinocho” y recomienda a su sobrino que se busque a otro pero Aitor no piensa descansar hasta volver con Marcos.
--¡no lo voy a dejar en paz¡ --dice molesto.







Pinocho corre a la mansión de Marcos. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. Se han ofendido tanto. No puede creer que todo haya sido un malentendido y que Marcos sí lo ame. Éste camina por los jardines de la mansión. Pinocho lo mira con amor pero al verlo Marcos se le tira encima. Lo culpa de la muerte de Emilio. Pinocho no se defiende pero entre golpe y golpe Pinocho rebate todos los insultos de Marcos. Marcos no lo quiere escuchar.
--¡Me casé con él para hacerte daño a ti, ¡¡porqué no soportaba que te hubieras casado¡
--qué me hubiera casado con Humberto dirás ¿no?
Para Pinocho es la pregunta del millón. Habla con celos, con dolor. Necesita saber la verdad. Marcos está encima de Pinocho golpeándolo. Habla con dolor, con rabia.
--¡A mi Humberto me da igual¡ ¡¡eres tú el que me fallaste, me hiciste creer que yo era especial para ti y te fuiste con el dinero¡
Pinocho suspira enamorado y dice:
--¿entonces?¿me amas a mí?
Pinocho sonríe emocionado. Marcos se deja llevar por la rabia y lo besa. Aitor tiene una nueva moto, potente, que le ha regalado Marcos con el dinero de Emilio. Llega y los ve juntos. Se muere de la rabia. No dice nada. Se lanza a la carretera. El que la moto en la que sufra un accidente sea un regalo de Marcos aún hará que tenga más remordimientos piensa el alocado joven.
--¡si una vez me salió bien, porqué no habría de salirme bien ahora?
Pinocho y Marcos se atacan con sus besos, se agraden con su amor. Aitor es todo rabia, maneja su moto en dirección contraria. Llora, sonríe. Está seguro que en cuanto Marcos sepa que se accidentó por su culpa después de la nota que le dejó no se separará de su lado nunca. Pinocho golpea con su arma a Marcos. Éste se estremece. Los dos medio desnudos se retuercen de placer. Gritan de felicidad y placer. Aitor se lanza contra un auto, su cuerpo golpea en el techo del auto. Grita de dolor, por el salto pierde el casco, cae al asfalto y se golpea fuertemente la cabeza. Cae inconsciente en un baño de sangre.








Después de hacer el amor con Pinocho, Marcos se levanta y se arregla la ropa. Pinocho tiene miedo que lo vaya a lastimar, a ofender pero Marcos sólo tiene palabras de odio para sí mismo.
--¡¡soy una basura¡ ¡¡como he podido hacer esto cuando mi marido aún no está enterrado¡
Pinocho se levanta, agarra de la mano de Marcos. No dejará que se le escape. Esta vez no.
--Emilio era tu marido pero no tu macho. Tu macho soy yo. Recoge tus cosas. Nos vamos.
A Marcos le molesta un poco ese tono autoritario de Pinocho pero ama a ese hombre y lo necesita. Lo abraza, se aferra a él.


En el hospital, Aitor agoniza, Su tío le toma de la mano. Lo habla con un hilo de voz.
--¿porqué has hecho algo así?
Aitor apenas tiene fuerzas para decir:
--tenía que salir bien, la otra vez me salió bien. Marcos tenía que creer que me quería matar.
Aitor muere gritando el nombre de su amado. Humberto sufre al saber que su sobrino provocó el accidente para llamar la atención de Marcos y que no era la primera vez que lo hacía.

Emilio y Aitor son enterrados a la vez pero en cementerios diferentes. Aitor en su pueblo. Todos lo lloran. Familiares deshechos para Aitor. Humberto llora amargamente, se siente culpable por no haberlo sabido cuidar bien. Nicolás y Alberto son los únicos asistentes para Emilio que es sepultado en el sencillo nincho donde está toda su familia.. Nicolás triste, Alberto lo apoya. Marcos se ha refugiado en el apartamento de Pinocho. No se ha atrevido a ir a ninguno de los dos entierros. Marcos está deshecho: dos personas han muerto por su culpa. Pinocho lo abraza con fuerza, le hace sentir que lo ama y que no permitirá que se hunda, que se aleje de él.

Meses después…
Pinocho y Marcos desnudos en cubierta de un lujoso yate. Toman el sol, beben champán. Disfrutan de su amor. Aunque le ha costado, Pinocho, con sus besos, con su amor ha logrado borrar la culpa del rostro de Marcos. Brindan y el uno bebe de la copa del otro. Se sonríen. Son felices juntos, ajenos al resto del mundo, a comentarios que los puedan lastimar. Viviendo sólo el uno por el otro. Tumbados en cubierta. Tomados de la mano. Se miran a los ojos.
--Esto es vida. --Pinocho feliz.
--Y yo que pensé en renunciar a la herencia…
Marcos no quiere recordar esa parte de su vida que le pone triste pero ahí está su Pinocho para borrar su tristeza. Lo acaricia, lo besa. Le hace sentir que hace lo correcto:
--Emilio te quería mucho, estoy seguro que querría que disfrutaras de ese dinero, le diste lo que buscaba. Te lo mereces.
Gracias a Pinocho, Marcos es un hombre feliz y cada vez le cuesta menos hablar del pasado sin ponerse triste.
--Es cierto, Emilio hubiera preferido que yo disfrutara de ese dinero antes que se lo quedara el estado. Aunque tarde aprendí a conocerlo, sé que le hubiera gustado que me lo gastara contigo porque es lo que me hace feliz.
Pinocho le guiña el ojo.
--te amo –le susurra.
Marcos asiente.
--te amo.
Y los dos se funden en un ardiente beso de amor.
Fin.







Capitulo 39



Aguirre llega a la empresa. Siente que todos lo mira por encima del hombre. Esos modelos tan guapos que antes lo respetaban, lo temían, hacían lo que él quería. Están ahí, burlándose de él. Lalo se le acerca en bóxers.
--¿Cómo se siente al ser de los nuestros?
Aguirre se pone como loco.
--¡no somos iguales, sin mi está empresa se hunde… todos están perdidos¡
Antonio también se ríe de él.
--Eres tú el que necesitas de esta empresa¿qué vas a hacer para conservar este empleo?
--¡mal agradecidos, yo les voy a demostrar que aún hay clase¡
Quiere entrar en su antiguo despacho, pero su antigua secretaria no se lo permite.
--¿¿Cómo te atreves?¡
La misma que ha sido su cómplice echando a sus modelos molestos, ahora es ella la que no le permite la entrada. La trata como si no lo conociera.
--siéntese, miraré si el señor de Rivas puede atenderlo.
Aguire se sienta en una butaca, furioso, Se siente humillado al ver que es tratado como un desconocido.
--el señor de Rivas lo recibirá ahora.
Aguirre entra con altanería.
--¡ya era hora¡
Lo recibe el abogado con el que ha hecho el trato.
--¿y bien?¿cuando voy a conocer el nuevo dueño de la empresa?¿ cuál es el misterio?
Emilio está en la butaca, se da la vuelta y se muestra. Aguirre se ríe.
--¿¿qué es esta broma? ¿¿qué hace este pobre diablo aquí¡
Al tenerlo delante, Emilio recuerda años de humillaciones. Se levanta. Golpea la mesa.
--¡Yo soy ahora tu jefe y tendrás que hacer lo que yo diga¡
Aguirre no cree ese. Entonces el abogado aclara:
--el señor y su esposo son los nuevos dueños de la empresa.
Es toda sorpresa para Aguirre que no deja de reír.
--¿esposo?¿quién se va a casar contigo?
El abogado los deja solos tal y cómo le ha pedido Marcos. Aguirre acaba convencido que Emilio es su jefe. Entonces le recuerda que comenzaron juntos, que siempre fueron amigos.
--¿has comprado la empresa para ayudar, no?
Se muestra hasta coqueto. Emilio sabe que lo hace por interés pero le hace sentir bien sentirse deseado. Emilio le agarra de la mano:
--No te voy a pedir nada que no le hayas dado a los demás.
Aunque ama a Marcos es cierto que tiene una necesidad sexual que Aguirre puede cubrir perfectamente. Aguirre se da cuenta de las intenciones de Emilio y se pone furioso. Se aparta de él y le grita:
--¡No, no te atrevas¡¡
Emilio lo mira con cara de depravado.
--siempre me gustó tu culo… 
Aunque ama a Marcos prefiere centrarse en la lujuria que le despierta el trasero de Aguirre. Dice pellizcándolo. Aguirre se aparta de él con desprecio:
--¡nunca me vas a tener¡
Emilio se siente seguro, es pensar que con esto podrá llevar un matrimonio feliz junto a Marcos y se le olvida todo. Sin contar que el hombre está  muy bien y que encanta ese culo.
--No puedes imaginarte todo el poder que tengo. Si no dejas que yo disfrute de ese culo pierdes tu trabajo.
Aguirre con desprecio:
--¡si tú eres pasivo¡ ¿¿qué me vas a hacer?
Emilio no se siente seguro como activo pero le atrae el trasero de Aguirre, siempre se imaginó entrando y quiere aprovecharlo, además que eso es lo que ha acordado con Marcos, piensan que así Aguirre se sentirá aún más humillado.
--tu culo será mi estreno. Te dolerá pero es eso o mendigar en la calle.



Mientras, Aitor ha salido a dar una vuelta aprovechando que Emilio no está (no quiere dejarlo solo con Marcos). Le gusta estar con Marcos pero tanto lujo le agobia. Prefiere estar en un ambiente más “normal”. Va a comerse una hamburguesa. Se le acerca un tipo.
--me recuerdas?
Aitor se lo piensa..
--si claro en la piscina.
No podría olvidar ese día. Ese día cambió su vida. Después de acostarse con Bedo y Mateo conoció a Iván que lo dejó desnudo y ese mismo día se acostó con Marcos y Pinocho.
--no la pasamos bien –dice Mateo guiñándole el ojo.
Aitor sonríe con cara de depravado.
--No te puedes imaginar cuánto.
Mateo se sienta a su lado.
--¿quieres que nos encerremos en el baño?
Mateo le quita la hamburguesa a Aitor que se ríe.
--Si no estuviera enamorado sí pero es que estoy enamorado.
Mateo habla con la boca llena.
--¡eso de enamorarse es un rollo, por suerte a mi nunca me ha pasado una desgracia así¡
Mateo sigue comiendo y Aitor se ríe.
--y que haces?
--buscando trabajo. Un asqueroso me engañó y me he quedado sin amigos y sin nada. Estoy desesperado.
Aitor mira a Mateo con intensidad. Es un hombre muy atractivo y cualquiera puede enamorarse de él.
--yo tengo algo para ti.
--pues me harias un favor.
--ven, ven conmigo.
Aitor se levanta decidido. Mateo lo sigue pero se va llevando todo lo que se puede comer. Van al banco y Aitor saca todos sus ahorros que le entrega a Mateo.
--¿puea a quien hay que matar? --dice riendo.
--te tienes que acostar con un tipo.
--¿todo esto sólo por eso? tan feo es?
--Feo no, lo siguiente.
los dos rien. Aitor tiene muy claro el plan,  Mateo va a seducir a Emilio, está seguro que Emilio caerá rendido a sus pies y se olvidará de Marcos.
--si juegas bien sus caretas te puedes quedar con él. Es tan feo como millonario.
A Mateo le brillan los ojos,
--no está nada mal eso de vivir de un millonario aunque sea un monstruito.
Los dos chocan sus manos con complicidad.

Aguirre reacciona de una forma inesperada. Acostumbrado a humillar a todo el mundo, no soporta ser él humillado y menos por Emilio. Aguirre pierde la cabeza y se lanza encima del cuello de Emilio. Lo aprieta, lo aprieta. Aguirre no sabe que Emilio había dejado una video cámara para que lo vea Marcos. Emilio cae muerto a los pies de Aguirre que sonríe desquiciado.
--¡a mi nadie me pisotea¡
Siente que no ha perdido del todo porque no ha permitido que Emilio lo humille. Se va con discreción, para estar lejos cuando descubran el cuerpo.

Con lágrimas en los ojos y muchos remordimientos, Marcos contempla el asesinato de su esposo en su despacho, en la televisión preparada para ver la derrota de Aguirre. Marcos da un golpe a la mesa furioso. Aitor acaba de llegar. Ve a su amado atormentado viendo el video una y otra vez sin saber que hacer. A Aitor le cuesta controlar su felicidad.
--Bueno almenos este video sirve para que el tal Aguirre pase toda su vida en la cárcel.
Marcos siente que todo su mundo se derrumba, ahora ya ni le importa lo que pueda pasar por Aguirre. Siente una culpa que lo está matando.
--¡¡¿¿te das cuenta que un hombre murió por mi culpa?
--Tu no tienes la culpa que tu marido se haya querido acostar con su ex jefe. Eso lo pasa por degenerado.
Marcos habla con mucho dolor. Se da cuenta que se aprovechó de lo importante que era para Emilio él y que eso lo ha conducido a la muerte.
--¡¿¿no te das cuenta? él no quería, lo hizo por mi, porque yo lo obligué¡
--ni que le hubieras apuntado con un arma. Lo.que hizo lo hizo libremente.
Aitor no quiere aceptar que Emilio haya muerto por amor. No quiere que sea un rival más fuerte muerto que vivo. Marcos habla atormentado.
--¡¡Le hice creer que nos acostaríamos juntos siempre si él me hacia ese favor ¡y era mentira¡ ¡él solo quería un poco de amor y yo lo llevé a la muerte, a mí sólo me importó destruir a Aguirre. Es como si yo lo hubiera matado¡
Marcos se muere de la rabia. No es capaz de seguir hablando.

Capitulo 38










Emilio está acostumbrado a un sexo suave y Marcos le ofrece sexo puro y duro y salvaje. Marcos trata a Emilio como un muñeco. Quiere hacerle pagar todo el dolor que lleva dentro, le ofrece lo que estaba deseando pero no quiere que lo goce, desea lastimarlo. No sólo no tiene ni un mínimo de cuidado al penetrarlo sino que lo hace mirando para lastimarlo. Sabe que Emilio esperaba mucho de esa su primera vez con un guapo y es por eso que no quiere que la disfrute. Emilio se retuerce del dolor. Ni en su primera vez le dolió tanto. Y es que Marcos es todo lo agresivo que puede y por si no fueran poco duros sus golpes de cadena, le estira del pelo, le agarra del cuello.
--¡¡GRITA, CABRON, GRITA¡ERES UN FEO DE MIERDA QUE NO MERECES A ALGUIEN COMO.YO¡ME REPUGNAS. ME TENDRÉ QUE BAÑAR EN LEJIA PARA DESINFECTARME DE TI¡¡
Marcos trata a Emilio con mucho desprecio. No desea que disfrute pero, aunque no es cómo suyo, a Emilio le excita la idea de quien lo está lastimando con su arma sexual es uno de los hombres más guapos que ha conocido, es Marcos. Emilio grita, grita con un profundo dolor que hace disfrutar a Marcos que además le estira del pelo, hunde la cabeza de él contra el colchón para ahogarlo. Emilio se retuerce del dolor pero es un dolor que le da placer. Llora, llora de dolor pero también llora de felicidad. Son tantos años de frustración de mirar sabiendo que no lo iba a poder tener y finalmente se le ha hecho, está tenido sexo con uno de esos guapos. Marcos golpea a Emilio con dureza en el momento del orgasmo y grita. Emilio se ha quedado en la cama, conmocionado. Siente tanto dolor y tanto placer que no puede ni moverse. Marcos salta de la cama, se pone el bóxers y con odio y disfrutando del dolor de Emilio dice:
--¡asi soy yo si no te gusta no haberme comprado¡¡
Emilio se da la vuelta, gime. llora, le duele. Le duele todo el cuerpo y le duele el odio de Marcos. Le habla con tristeza.
--Yo no te compré, yo te convertí en mi marido. No te pido nada que no me haya ganado. Dudo muchísimo que alguien más te pague tanto por acostarse contigo.
--¡vete a la mierda. Siento asco de ti y de mi. Tengo que borrar tus asquerosas huellas de mi cuerpo¡ --le grita Marcos con odio.
Marcos se va desnudo y dejando su ropa en el piso. Emilio está triste pero le encanta verlo desnudo.
--¿porqué me odias de esa manera si yo lo he dado todo por ti? –Emilio triste y tierno.
Marcos mira a Emilio con desafío:
--Si no te gusto como soy eso te pasa por fijarte sólo en la belleza externa, te casaste conmigo sin saber si soy buena persona, si soy un miserable pues esto es lo que soy.
Marcos iba a irse, desnudo en la cama, lleno de dolor y de placer por haber sido poseído por uno de los hombres más guapos que ha visto, Emilio le dice:
--En la agencia he conocido muchos cuerpos bellos y si me fijé en ti no era sólo por el bultazo que se veía en tanga, es porque supe ver en tu mirada, una mirada que ahora está llena de dolor que eres una buena persona y que mereces ser feliz, ojalá el dinero te ayude. Ya sé que no será  conmigo pero ojala seas feliz. 
Aunque le conmueven las palabras de su esposo, Marcos se muestra duro. Se gira y con dureza le dice:
--¡me trae sin cuidado lo que tú pienses¡
Emilio se queda en la cama con un sabor agridulce. Marcos va a su dormitirio desnudo y furioso. Sabe que lo que hace no es justo para Emilio, que él no le ha obligado a nada y que le ha dado demasiado por sólo un poco se sexo. Pero es que su matrimonio le recuerda demasiado la humillación a la que lo sometió Aguirre y que trató de borrar, además está Pinocho. Son demasiados dolores y ha centrado todo su odio en Emilio. Luego se arrepiente y aunque no cambiará de actitud y llora. Tira por los aires todo lo que encuentra a su paso camino de su habitación. Las empleadas ya comentan la distinta actitud de sus patrones, uno todo el día encerrado y el otro todo el día enfadado y tirando cosas por los aires. Aitor enloquece de los celos al ver a Marcos en el pasillo desnudo y le reclama:
--¿¿te has acostado con él?¡
Marcos no tiene ganas de darle explicaciones y es muy agresivo.
--¡¡¿qué te importa?¡
--¿¡¡y yo que soy para ti¡?
Aitor llora y Marcos trata de calmarse.,
--somos amigos.
--¡nos acostamos juntos¡ --reproche de Aitor.
Marcos se muestra cariñoso con Aitor:
--no me hagas esto más difícil, me casé por dinero y le tengo que cumplir y me gusta que estés aquí conmigo porque es contigo con quien disfruto.
Marcos se muestra cariñoso con Aitor y eso lo calma a Aitor.
--¿en serio disfrutas conmigo?
Marcos acaricia la mejilla de Aitor entre fraternal y pícaro:
--con Emilio he cumplido  pero placer me lo das tú… él es pasivo… --con cara de depravado-- ¿porqué no me das tú ahora lo que me falta?
Los dos se miran sensualmente y se besan ardientemente mientras se van metiendo en el dormitorio de Marcos. Las empleados los han visto, una pega el oído en la puerta y no tarda en escuchar los jadeos.- Se acerca a la otra.
--El señor Marcos es una bestia, pobre señor Emilio con lo que lo quiere.
Y la que ha pegado el oído a la puerta de Marcos dice:
--Una bestia es poco, el marido y el amante juntos… ¡¡que escándalo¡
--asi son estos gays –dice una tercera.
--¡eso no tiene nada que ver¡ --la segunda.
--Recién el señor Marcos se ha acostado con su esposo y ahora se acuesta con su amante¡ ¡¡es que sólo vive para el sexo¡
Las empleadas siguen su camino. No se han dado cuenta que estaban hablando frente a la puerta de la habitación de Emilio que lo ha escuchado todo. No quiere que le duele pero no puede evitar sentirse triste porque si bien ha tenido el cuerpo de Marcos éste lo odia. Mira las sabanas. Esas sábanas, esa ropa que huelen a Marcos y se le pasa el dolor.
--¡ha sido mio,. Mio¡
Emilio suspira enamorado. Ha hecho el amor con el Marcos guapo, su vida ya no volverá a ser la misma.

Emilio está feliz porque Marcos fue suyo. Desea que sea el comienzo de algo bonito, desea que Marcos sea cariñoso y amable. Marcos pasa todo el día encerrado. Emilio sólo. En la hora de la cena se emociona al ver a Marcos sentado en la cabecera. Aitor a su lado. Aitor le toca la mano a Marcos, mira desafiante a Emilio. Éste se conforma con recoger las migas que le quiera dar su amigo.
--¿y mis platos? –pregunta Emilio que quiere sentarse junto a su amado.
Marcos, muy brusco, le muestra la otra cabecera de la gran mesa.
--¡ese es tu lugar¡
--Yo prefiero sentarme aquí, ahí estará solo –le suplica.
Marcos lo mira con desprecio.
--¡¡¿no te gusta tanto recordar que estamos casados? ¿no me pides que te dé tu lugar? ¡¡pues ese es tu lugar¡
Emilio no buscaba sólo sexo. Buscaba también cariño y Marcos lo odia cada día más. Aitor se muestra victorioso ante Emilio. Besa la mano de su amado para demostrarle que si bien no tiene el amor de Marcos pero tiene su cariño y su cuerpo. La mesa es muy larga, Emilio ni oye lo que comentan Marcos y Aitor que ríen mucho. Se siente solo.

Marcos apenas ni lo mira. No soporta pensar que se acostó con él poco dinero. Emilio sabe que Aitor es el amante de su esposo y no dice nada. Pese a que Marcos lo ignora él es feliz viendo su belleza, sabiendo que aunque fuera un polvo rápido, se ha acostado con ese chico tan guapo. Y así pasan los días. Marcos hace llamar a Emilio a su despacho. Lo trata como un empleado más. Ese día Marcos está muy contento y Emilio se alegra.
--¡tenemos a Aguirre en nuestras manos¡
Marcos ya ha comprado la agencia de Aguirre y quiere que Emilio se haga cargo, que se acueste con Aguirre como quedaron. Aunque en esos días no lo ha vuelto a tocar, aunque no lo vuelvan a hacer, Emilio es feliz llevando el aroma de Marcos en su piel:
--No quiero estar con nadie, después de estar contigo no.
--¡No te estoy preguntando, te lo estoy ordenando¡ --Marcos agresivo.
--¿y si no quiero? –Emilio dolido porque no le gusta como lo trata Marcos.
--¡me lo prometiste¡
--Si pero…
Emilio no puede acabar la frase, con mucho odio Marcos le dice:
--¿qué pasa?¿es que ya lo hicimos y no te intereso?
--No, no es eso… Me interesas más de lo que yo creia pero no quiero que nadie me toque, quiero quedarme con tu aroma en la pie.
Marcos sabe que logra mas por las buenas:
--y no crees que es una tontería tener que vivir de recuerdos pudiendo tenerme siempre…
Marcos le guiña el ojo, lo mira con cara de depravado:
--me estás diciendo qué… 
--somos matrimonio, si tu me ayudas a mi yo cumpliré con mi parte…
Emilio se va contento, Marcos rompe un jarron. Se mira al espejo:
--¡me das asco¡
Marcos se siente falta por estar engañando a Emilio, prometiéndole sexo si se acuesta con otro.
--¡soy una basura¡
Se le escapa una lágrima. Pero está muy lastimado, es puro odio y quiere acabar con todo.