Esto no es una telenovela de verdad. Los actores sólo inspiran la webnovela no participan del proyecto. Dedicada a los galanes del momento y las series que me hacen disfrutan. Despues de verlos en la pequeña pantalla necesito mas de ellos. Por eso los he unido en este proyecto hecho con todo mi afecto para soñar que estos bellezones son algo mio. Escrita en 2010.
viernes, 7 de agosto de 2020
Capitulo 8
Pinocho está marcando el número de Marcos en su celular. Éste como presintiendo que el chico que le está haciendo perder la cabeza lo va a llamar tiene ya el celular en la mano. Le desespera que no suena:
--¡me tiene que llamar, tiene que hacerlo¡
Marcos está muy ansioso. Ni él mismo sabe qué le ha pasado. Ha conocido a muchos chicos con los que se ha acostado la primera noche. Siempre ha tenido claro que amor lo es Humberto , que por él dejaría todo. Por eso no puede entender porque no deja de pensar en Pinocho, porqué ha dejado pasar una buena oportunidad de pasarlo a la grande con un guapo por estar pensando en él. Para Pinocho Marcos ha sido uno más. Le excita haberse acostado él, con Humberto cuando Marcos no ha logrado ese trofeo. Pinocho no lo sabe pero está seguro que el cuerpo de Humberto es un trofeo muy valioso para Marcos. Le atrae la idea de acostarse con Marcos luego de haberlo hecho con Humberto . Marca los primeros números. Luego piensa que no quiere que Marcos crea que le va detrás. Así que para la llamada.
--que me llame él... si quiere.
Antonio está dejando la agencia en la que trabaja en su auto. Un hombre se le cruza. Tiene que parar de golpe.
--¡Bruno, qué haces¡ ¡¿estás loco? ¡¡casi te mato¡
Bruno lo mira con ansiedad:
--es que tenía miedo de no llegar a tiempo. Te necesito.
Antonio lo mira seductor. Le gusta sentir deseado. Le gusta la desesperación que ve en los ojos de Bruno.
--venga, sube.
Los dos se devoran con los ojos. Bruno bavea por él. Le magrea todo el paquete. Los dos jadean.
--espera, espera... Vamos a mi casa... --dice Antonio.
Bruno ya no puede ni quiere esperar más. No le hace caso.
--No, ahora... te necesito ahora.
Bruno palpa el miembro viril de Antonio que ya ha crecido enormemente. Antonio se deja hacer. Le encanta el sexo, le fascina el peligro. Emilio ha observado la escena. Se acerca sigilosamente.
--¡esto no puede ser lo que parece¡
Se pega al auto y ve claramente como un chico muy guapo le está haciendo sexo oral a Antonio. La escena le pone muy cachondo. Le crea además mucha ansiedad. Quisiera unirse a la fiesta. Además está la confirmación de que:
--¡es gay¡ ¡¡es gay¡ --murmura.
Le excita pensar que Antonio es gay pero a la vez lo derrumba:
--¿qué te importa si nunca tendrá nada contigo?
Emilio está a diez mil mientras que es Antonio el que le hace sexo oral a Bruno. Emilio está tan excitado que no se da cuenta que Alejandro Aguirre llega por detrás. Le da un golpe en el cuello. Lo agarra por las orejas y lo arrastra hacia unos metros más allá. Es muy agresivo.
--¡que miras maricon, te voy a arrancar los ojos, eres demasiado feo para tanta belleza¡
Le da una patada y le exige que se vaya. Emilio se va excitado, frustrado y avergonzado. Bruno y Antonio se han fundido en la pasión y no se ha enterado nada. Alejandro se acerca al auto agachado. No pierde detalle de la acción. A Antonio ya ha tenido el gusto de probarlo pero no al otro y se le antoja.
Emilio llega a su casa desesperado. Con ganas de desahogarse. Nicolás está comiendo.
--mi amor.
Emilio no le dice nada. Como una bestia se mete por debajo de la mesa. Nicolás está sorprendido pero encantado.
--que apasionado... --jadea mientras acaricia la cabeza de su pareja en agradecimiento al trabajo bucal que le está realizando.
Emilio después de mamarsela a Nicolas se encierra en el baño. Llora atormentado.
--mi vida es una basura.
No se quita de la cabeza la imagen de esos guapos con los que trabaja. Desde el déspota de Alejandro hasta el desconocido del auto. Con cualquiera y con todos le gustaría pasar una fogoza noche de sexo alocado. Sabe que su sueño nunca se realizará porque es demasiado feo como para tener a alguien tan guapo. Se lava la cara para que Nicolás no sospeche nada pero se muestra frio.
--¿se puede saber que te pasa?
A Nicolás le ha gustado el arranque de pasión de su chico pero ahora le sorprende el cambio. Emilio ni lo mira. Muy frio dice:
--nada.
--¡es que no te entiendo, a veces parece que me amas y otras que me odias¡
Emilio lo tiene claro. No siente nada por él, le diria que se vaya, que le da asco pero no. Luego ¿con quien se desahogaria cuando llega tan caliente del trabajo? Tiene que hacer un esfuerzo para que no se note su rechazo hacia su compañero y dice:
--he tenido un dia duro en el trabajo.
Nicolás lo abraza con cariño. Se muestra amoroso pero cada gesto de amor de Nicolás sólo sirve para hundirlo.
--¿de qué me sirve tu amor si eres horroroso¡ --dice Emilio para sí con mucha frustracion.
Marcos está tumbado en la cama pensando en Pinocho.
--¿y si lo voy a buscar?
Pero ya que no le ha llamado pues no quiere que piense que le va a detrás. Llama a Humberto para que vayan juntos. Humberto está tumbado en la cama. Pinocho lo ha dejado muerto. Está muy agotado. No quiere hablar con nadie. Sabe que el que llama es Marcos y con él menos con nadie.
--No he hecho nada malo. No hay nada entre ellos.
En realidad lo que no quiere que Marcos sepa es que se ha acostado con un chico. Siempre se lo han contando todo pero tal y como están las cosas eso prefiere callárselo. Como tiene miedo que Marcos le note que le oculta algo opta por desconectar el celular. Humberto nunca se le ha negado a Marcos así que éste no duda que su celular ya no sirve. Se levanta decidido:
.--¡que Pinocho piense lo que quiera, me debe una y me la pienso cobrar¡ --se dice bien cachondo.
Marcos se da una buena ducha. Recorre su cuerpo con esmero, se excita pensando que en un rato más Pinocho explorará de nuevo toda esa zona. Se perfuma bien, tiene que estar irresistible.
Pinocho está en la discoteca de cacería. Marcos está llegando. El uno está en una punta. A Pinocho le da la impresión que un chico rubio guapisimo le está comiendo con los ojos pero cuando lo mira el rubio gira la cara asustado.
--No tengo tiempo que perder con virgencitos.
Así que sigue buscando algo que esté a su altura. Marcos y Pinocho dan varias vueltas pero cuando uno llega el otro ya se ha ido. Pinocho tiene ganas de hacer pis. Va al lavabo sin darse cuenta que el chico que lo está siguiendo con los ojos va detrás. Es rubio y tan guapo como tímido. Le ha gustado Pinocho y tiene ganas de saber si es verdad lo que dicen de los negros. Pinocho está concentrado en sus cosas pero se siente observado. Sopla:
--lo que le faltaba a este --dice mirando al chico rubio.
Le gusta fisicamente pero no que sea tan tímido. Lo considera tonto. Lo mira y el rubio disimula. Pinocho quiere ponerlo nervioso y como no hay nadie más dice:
--si te la metes en la boca me la verás mejor...
El rubio está al borde de un infarto. No dice nada. Es guapo pero Pinocho no está interesado en él pero sí le gusta ponerlo nervioso. Pinocho se muestra tímido al principio con los chicos que de verdad le interesa pero el rubio le da igual.
--¿te apetece? ¿no eres virgen no?
El otro hace que no con la cabeza ansioso. Casi no le sale la voz.:
--No pero es que soy muy timido...
Pinocho lo mira excitado. Le apetece jugar con él.
--pues te voy a rebentar timido...
--Carlos Emilio... me llamo Carlos Emilio... --el chico muy nervioso.
Pero Pinocho ya no lo escucha. El chico es muy guapo y eso merece probarlo pero como sabe que no será bueno para más de una vez prefiere no salir del sitio. Se encierra en el wáter. Marcos entra en el lavabo en ese momento Se acerca al urinario a hacer pis. Está resignado:
--¡no vino, maldita sea¡
Oye unos ahogados jadeos de uno de los wáters. Es algo normal. No le llama la atención pero no imagina que ahí está Pinocho con un desconocido.
Marcos da unas vueltas más y acaba yéndose. Solo y triste. Tiene tentaciones de llamar a Bruno.
--No, Pinocho me tiene que llamar.
Está convencido que Pinocho lo buscará. No sabe porque es tan importante para él quedar bien con Pinocho pero no quiere que sepa que estuvo con otro cuando recién estuvo con él. Se va frustrado pero sonrie pensando en su encuentro de la noche anterior:
--¿que me hiciste mi negrito delicioso? --dice con una sonrisa picara.
Pinocho sale del lavabo abrochándose los pantalones. Carlos Emilio tiene cara de placer pero casi no puede ni caminar.
--ha sido el polvo de mi vida... --jadea.
Pinocho sonrie. Se sabe el mejor en artes sexuales y eso lo hace sentir importante. Se siente un Dios
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