domingo, 9 de agosto de 2020

Capitulo 33







Emilio hace que si con la cabeza ansioso. Le ofrece todo lo que quiera por una noche de sexo. Marcos no entiende porque pagar un precio que desconoce solo por acostarse con él.
--¿y porque?
--Porque he pasado años frustrado viendo hombres guapos y sabiendo que nunca ninguno será para mi y tú eres el más guapo de ellos.
Marcos le sonríe:
--no soy gran cosa, temo desilusionarte.
Marcos es cariñoso con él y Emilio está encantado. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--imposible que me decepciones.
--¿en serio te gusto, te gusto mucho.  Harias cualquier cosa por mi?
--lo que quieras --muy ansioso.
--¿te casarías conmigo?
Emilio no lo duda. Ese hombre tan guapo para él y siempre que quiera:
--¡sí, claro que sí¡
Emilio no hace preguntas. No las necesita. Mira a Marcos con mucho deseo. Sólo le interesa una cosa:
--¡¿¿cuando?¿cuando?¡ --muy ansioso y saltando de alegría.
Marcos siente ternura hacia Emilio. Le emociona lo ansioso, sus ganas de estar con él, el que lo daría todo por una noche de pasión a su lado pero tiene deudas pendientes que cobrar y Emilio le ayudará a pagarlas. No le importa nada más. Siente un gran coraje hacia Pinocho y Humberto . Quiere medirse con ellos de igual a igual. En esos momentos no puede evitar pensar en Aguirre, en cómo jugó con él, con sus ilusiones, en cómo lo humilló. Ese recuerdo que ya había borrado de su mente vuelve ahora con más fuerza. Está herido y quiere vengarse de todos y contra todos.
--cuando tú quieras.
Emilio está loco por ese chico. Marcos se va moviendo y se le ven bastante los calzoncillos. Emilio está muy cachondo.
--¿¡¡me hablas en serio? ¡¡¡nos vamos a casar¡
Marcos le guiña el ojo:
--podrás hacer conmigo lo que quieras.
Emilio tiene que hacer un esfuerzo para no desvanecerse.
--¡ahora, tiene que ser ahora¡ ¡¡ya¡
Emilio ha soñado tanto con ese momento que ahora ya no tiene espera. Marcos no quiere sentir, quiere tener las cosas claras para llevar a buen término la venganza que quiere hacer.
--Si has esperado tanto tiempo puedes esperar unos días ¿no?
Emilio escucha a Marcos saltando de una pata. Lo mira, ha visto fotos de él en tanga y le daban ganas de arrancárselo y ¡va a ser suyo¡
--tenemos que arreglar los papeles¿tienes abogado?
Emilio hace que no con la cabeza.
--¿y como haces con el dinero?
Emilio está ahogado en la belleza de Marcos. Casi no le sale la voz.
--el banco me asesora.
--de acuerdo, ahora me ocuparé yo. Invertiremos el dinero. Lo pondremos a nombre de los dos... Eso es lo que quieres ¿no?
Emilio va haciendo que sí con la cabeza.
--Dame tu documentación, tus cuentas. Iremos a un abogado que nos asesore con todos los trámites incluidos los de la boda. --Marcos.
Emilio confía en él, pondría su vida en sus manos. Marcos siente que se está aprovechando de él pero lo necesita. Igual le piensa cumplir. No hará como le hizo Aguirre que obtuvo el premio pero no lo prometido. 
--Nos casaremos lo antes posible en la intimidad, no le contaremos a nadie --Marcos.
Marcos tiene miedo que si Emilio lo piense o le cuenta a alguien cambie de idea. Con cierta tristeza, Emilio dice:
--no tengo a quien contar.
Igual está seguro que tampoco iban a creer que se casara con un chico tan guapo. Ni el propio Emilio se lo acaba de creer. Todo lo que le está pasando es demasiado bueno para ser verdad.



A Alberto las cosas no le van nada bien. Se dedica a cantar por las calles. Una pequeña y vieja maleta lo acompaña. Nicolás queda seducido por la voz de Alberto. Se acerca a darle un dinero. Alberto se lo agradece.
--te felicito, tienes muy bonita voz.
Alberto le sonríe. Hasta ahora lo veían como un mendigo. Nunca nadie lo había alabado de esa manera. Alberto lo ha conquistado con su voz y ahora también con su sonrisa. Nicolás no necesita nada más.
--necesitamos un cantante para la banda.. ¿te animas?
Alberto no puede creer que la oferta sea en serio:
--¿asi, sin conocerme...?
--sólo te ofrezco trabajo. No necesito más que conocer tu voz... Además me urge. Tocamos con la banda en un bar de copas todas las noches y si no encontramos un cantante nuevo nos quedamos en la calle...
Alberto se muestra muy amable:
--me has venido caido del cielo.
--¿eso es un sí?
Alberto está tan contento que no le salen las palabras pero sí una sonrisa franca, abierta y feliz. Extiende su mano:
--muchas gracias... en mi tienes un amigo... en serio.
Nicolás está acostumbrado a ayudar pero no a que le agradezcan y es una novedad que le gusta. Encaja su mano con la de ese guapo desconocido.
--te invito a comer y así hablamos de los detalles.
Alberto siente que es su día de suerte:
--Desde ayer no como nada..
Nicolás señala el sombrero con las monedas que se ha ganado.
--¿no has tenido suerte?
--No es eso, es que necesito el dinero para buscar un lugar donde dormir. Me echaron porque el alquiler era muy alto y no lo podía pagar.
Alberto cuenta hasta sus problemas con una sonrisa. No quiere aburrir a quien lo escucha.
--que pena por contarte estas cosas... tú no tienes la culpa.
Nicolás está contento de haberlo sabido.
--yo te puedo dejar mi sofá.
--gracias pero sería demasiado.
Nicolás le agarra la maleta:
--No acepto un no.
Alberto no puede evitar y llora.
--Lo siento... --Nicolás preocupado-- hice algo que...
Alberto lo interrumpe:
--No, no eres tú... Es que por culpa de un desgraciado la vida se me ha convertido en una pesadilla y ahora tú... te has convertido en mi ángel.
Alberto y Nicolás se miran con una sonrisa. Se han caido bien.
--¡te juro que te voy a pagar, no voy a vivir de mantenido¡
A Nicolás no le preocupa:
--si, claro... cuando puedas... No hay prisa.

Emilio está solo en el hotel. No deja de pensar en Marcos. Está feliz porque dentro de muy poco tendrá a Marcos para él.
--para que luego digan que el amor no hace la felicidad. Un feo como yo jamás podría estar con un guapo gratis.
Piensa por un momento en Nicolás:
--el pobre se tendrá que buscar otro feo como él.
Y ríe. Se siente liberado, siente que ahora comienza a vivir.

Justo a la hora de ir a dormir, Alberto está en slips, muy sexy.. Nicolás procura tragarse su deseo para no incomodarlo. Alberto le guiña el ojo y pícaro le dice:
--me gustaria más ocupar la cama... contigo.
Nicolás traga saliva. El chico le gusta mucho. Muchísimo.
--No tienes que hacerlo sino quiero, yo...
Alberto es muy coqueto.
--No te estoy pagando.  Me gustas y estoy solo... Contigo todo esto seria más completo.
Se besan ardientemente mientras  van camino de la cama.

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