Pinocho y Humberto son dos bestias ardiente con ganas de saciarse el uno del otro. Pinocho se lanza sobre los jeans de Humberto dispuesto a desabrocharle los jeans.
--aqui no nos pueden ver --jadea Humberto .
Los dos se miran con lujuria. Tienen claro que que desean entenderse, que desean exprimir al máximo el uno el cuerpo del otro.
--vamos a mi casa... --dice Pinocho.
Los dos están impaciente. Sus rostros son de lascivia total. Dos volcanes entrando en erupción.
Igual de apasionado es Marcos con Bruno. Llegan al apartamento del brasileño.
--¿quieres beber algo?
Bruno es muy seductor. A Marcos lo tiene muy cachondo. Le llama su culo, le ha excitado mucho la manera en la que lo mostraba en el bar. Es un culo redondo, tiene donde agarrarse. Justo como más le gustan a Marcos. No se resiste. Muy cachondo clava sus uñas en esa bella parte y dice jadeando:
--a ti, te quiero a ti.
Bruno se gira y los dos se devoran con los ojos. Con las manos. Es la reacción justa que esperaba Bruno ya que le tiene ganas a Marcos desde el primer minuto que lo vio.
--¿siempre eres tan rápido? --pregunta Bruno coqueto.
Marcos le guiña el ojo. Los dos se seducen con la mirada. Gimen sólo al mirarse.
--como tù.
Se besan salvajemente mientras se empiezan a desnudar. De pronto como de la nada a Marcos se le aparece Pinocho en mente.lo siente una traición, piensa que a él le doleria que estuviera con otro. No imagina que en esos mismos momentos a Pinocho y a Humberto los está consumiendo la pasión, que se devoran como bestias salvajes en celo. Sus jadeos son estridentes. Muerto de placer, Bruno comienza a desabrochar los pantalones de Marcos:
--¡que ganas tenía¡ --jadea excitado.
Marcos le agarra las manos a Bruno y lo retiene.
--No. No quiero hacerlo --jadea.
Los dos están con las camisas abiertas. El torso del uno llama al otro. Los dos muy sofocados. Bruno se ha quedado como en shock:
--¿¿como que no¡
Marcos se arregla la ropa. Se siente muy incómodo. Está convencido que queda como un payaso ante ese hombre tan guapo pero es superior a él. No deja de pensar en Pinocho y no quiere estar con otro hombre. Está convencido que Pinocho lo va a llamar esa misma noche y quiere estar en plena forma para él.
--es muy pronto
Bruno no da crédito a lo que está escuchando. Se lleva las manos a la cabeza. Está totalmente enloquecido de deseo y no quiere quedarse con las ganas. Y menos con Marcos que le gusta mucho. Se muestra burlón porqué está furioso. Conscientemente trata a Marcos como si fuera un pobre primerizo. Marcos se siente ofendido pero sabe que Bruno tiene razón:
--¿¡que pasa,.? ¿necesitas peticion de mano? --muy sarcástico.
Marcos no se atreve a mirarlo a los ojos:
--no claro que no pero busco algo especial.
--¿y yo no lo soy? --Bruno con reproche.
Marcos desearía que la tierra lo tragara. No sabe como salir del lío en el que se ha metido. Lo que más desea es huir pero no quiere quedar mal con Bruno. No quiere hacerlo sentir peor. Para justificarse dice:
---sólo es sexo.
Y Bruno es lo único que quiere. No le ve el problema.
--¿¿y te parece poco? ¡¡es lo que los dos queriamos¡ ¿¿¡es que te querías burlar de mí?
Bruno está enloquecido ante la idea de quedarse con las ganas de explorar y ser explorado por Marcos. Éste agacha la cabeza. Había olvidado un poco a Pinocho y ahora le sabe mal.
--Lo siento pero no, no puedo. Estoy con alguien...
--¿tienes pareja? ¿y porqué no me dijiste antes?
A Marcos lo que más le duele es que Bruno lo está mirando como si fuera un tonto sin experiencia.
--Lo siento es que me gustaste mucho... Yo pensé que podría, me apetece pero no. Me he bloqueado.
Bruno se tranquiliza un poco al darse cuenta que en realidad Marcos sí queria. Le sonrie resignado:
--asi que encima eres fiel.
Marcos fuerza una sonrisa. Bruno se muestra amable.
--¿y vais muy en serio?
Marcos no sabe qué contestar. Sabe que si le cuenta tal y como han estado las cosas Bruno aún se va a reir más de él.
--En realidad nos estamos conociendo, por eso me parece mal lo que he estado apunto de hacer. Lo siento.
Marcos está pasando un buen rato. Bruno piensa que si es paciente puede obtener su premio.
--¿y tu chico es celoso? podíamos ser amigos...
Marcos se siente muy aturdido. Bruno es un hombre muy apuesto. Nunca había rechazado a un hombre tan guapo. No entiende lo que acaba de hacer pero no desea darle más vueltas.
--Yo no sé si es prudente.
A cada rechazo aumenta más el interés de Bruno hacia Marcos. Le acaba dando una tarjeta.
--si cambias de idea, si necesitas diversión. Llamame.
Marcos se guarda la tarjeta.
--así lo haré.
Bruno mira con deseo ese trasero en el que Marcos ha guardado la tarjeta.
--¡¡va a ser mio... va a ser mio¡
Bruno desea locamente ese cuerpo y no quiere quedarse con las ganas. Marcos sale de ese apartamento decidido a no volver.
--¡ya he hecho el rídiculo bastante¡
Se saca la tarjeta. La arruga y la tira en la primera papelera. Mira su celular.
--¿qué pasa contigo Pinocho? ¿porqué no me llamas?
Marcos sonríe picaro recordando la noche que ha pasado:
--disfrutó tanto como yo... Me va a llamar... seguro...
En esos momentos, Pinocho y Humberto han dejado de cabalgar. Están sudados, reventados. Gozosos. Los dos se miran con mucho deseo. Están agotados. Hablan jadeando.
--Marcos tenia razon, eres una bestia.
--si, podriamos hacer un trio...
Humberto se pone serio. Se empieza a vestir:
--no
Pinocho está sorprendido. No entiende lo que ha pasado. No se mueve, queda desnudo en la cama está demasiado cansado.
--¿porque?
Humberto se viste rápidamente. No quiere pensar. No quiere sentir que ha traicionado a su amigo. Por eso no quiere hablar de él pero Pinocho insiste. Mientras se abrocha los pantalones Humberto contesta serio:
--nunca me he acostado con Marcos.
--¿y eso?
Con lo atractivo que es Marcos, Pinocho no entiende que Humberto no se haya acostado con él:
--pero si los dos son gays... ¿porqué no sacarse las ganas juntos?
Humberto ya ha acabado de vestirse:
--¡Yo no soy gay¡ --dice a la defensiva.
Pinocho se le ríe y contesta:
--¿y por eso te acuestas conmigo?
--¡que te importa¡
Humberto se va molesto. A Pinocho le da igual. Se queda desnudo en la cama saboreando el polvo. Piensa en Marcos.
--si nos hubiera visto...
Le excita que él sí se haya entendido con el amigo de Marcos. Está seguro que Marcos se ha quedado con las ganas de hacérselo con Humberto .
--¿y si lo llamo?
Marcos está en su casa pendiente de su celular esperando llamada de Pinocho.
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