Las palabras de Emilio preocupan a Mateo. Emilio lo mira con cariño. Le gusta estar hablando con él.
--Pues no siempre, la verdad. Es bastante cabrón y juega con la gente.
Mateo espera que eso no le pase a él.
--Te agradezco que me hayas puesto en aviso.
Igual no puede hacer nada. Se iba a ir ya. Emilio quisiera retenerlo, le gusta mucho ese joven pero es consciente que a Mateo no le hará gracia estar con alguien que le dobla en edad y además tan feo. Mateo se iba a ver pero le duele ver soledad en los ojos de Emilio. Le duele haber visto como lo humilla Aguirre. Se da la vuelta. Lo mira y le dice:
--¿te puedo preguntar algo?
--¡claro¡
Emilio está feliz. Se siente muy solo y le gusta que uno de esos guapos a los que gusta admirar sea tan amable con él.
--¿llevas muchos años con el tipo ese?
--Sí, toda mi vida. Comenzamos juntos en un cuartucho cuando él no era nadie. Él hacia las fotos y yo hacia todo lo que él me ordenado.
--¿y porqué dejas que te trate tan mal?
Emilio está resignado a que Aguirre no deje de humille. Siente que es el precio justo por poder admirar tanta belleza.
--es que él es así.
Se oyen los gritos de Aguirre reclamando a Emilio.
--Yo creo que deberías rebelarte, seguro que encuentras otro trabajo.
Emilio no se imagina haciendo otra cosa.
--Aguirre tiene muchas influencias. Es capaz de cerrarme todas las puertas...
Mateo le sonríe a Emilio y éste se siente en las nubes.
--bueno, pues nos vemos.
Emilio entra muy contento:
--¿y le habrá hecho fotos?
Es algo que tendrá que buscar. Ese chico tan simpático y de la mirada tierna tiene un muy buen cuerpo:
--¡me encantaría verlo desnudo¡
Piensa en Aguirre con cierta envidia:
--Si yo tuviera todo su dinero ¡que suerte, el dinero lo logra toda¡ --piensa para sí.
Aguirre le borra esa sonrisa con sus gritos.
--¡mi café que el otro lo tiraste¡ ¡¡y no lo has limpiado¡ ¿donde estabas?
--es mi hora libre.
Aguirre le golpea la cabeza:
--¡tú no tienes hora libre, inutil¡
Aguirre se va a su despacho, Emilio va al rato a llevarle el café. Mira por todos los lados por si ha quedado alguna huella. Le excita pensar lo que debe haber ocurrido ahí con el joven guapo que ha conocido recién. De pronto se da cuenta que en el piso hay una billetera.
--¡tiene que ser la de él¡ ¡¡tiene que ser la suya¡
Se agacha y se la guarda con cuidado que Aguirre no la vea.
--pero ¿¿qué haces? --Aguirre.
--Es que habia una mancha.
--Si para eso es lo único que sirves --dice Aguirre con desprecio.
Emilio se encierra en el lavabo muy ansioso. Sí, es la billetera de Mateo. Está su documentanicion e incluso su carné de la piscina. Eso altera mucho a Emilio.
--¡me tengo que apuntar yo también¡
A la salida del trabajo, Emilio se presenta en casa de Mateo. Se sorprende al ver salir a su amigo, el que lo "enamoró" en la entrada de una escuela. Entonces se da cuenta que Mateo es el ángel que vio antes pero sólo le dio tiempo a grabar al amigo. Así que Aguirre llegó a Mateo por medio del otro chico. Se siente responsable, no le gustaria que lastimaran a ese chico por él. Fue él quien lo metió en la vida de Aguirre. Mateo se queda pálido al reconocer a Emilio:
--¿que hace aqui? que mi vieja se muere si se entera qué...
Emilio lo tranquiliza:
--te dejaste esto..
Mateo sonrie relajado:
--gracias, quería ir a la piscina y no sabia que habia hecho con el carné.
Emilio se va muy contento por el favor que le ha hecho. Además está excitado porque ha sabido que tiene pensando ir a la piscina.
--¡¡que vaya ya, que vaya ya¡
Emilio no lo duda, Se compra bañador y se dirige hacia la piscina. Está bastante rato hasta que se da por vencido y se va.
--¡y encima nadie interesante en las duchas¡ --que rabia.
Emilio está molesto por el tiempo perdido y por no haber visto a Mateo. Ya ha visto que no hay fotos:
--¡era mi única posibilidad¡
Pero no se dará por vencido.
Justo en el vestuario se encuentra con Iván, el amigo de Aitor que lo dejó en bolas. Justo en el momento que entraba Emilio Iván se cubría con la toalla y por un segundo le puede ver la verga. El chico le gusta y bueno algo es algo. Iván se molesta por la intensa mirada de Emilio y con desprecio le dice:
--¿¡que me miras maricón...?¡ a mi no me mira quien quiere... eres muy feo¡
Iván se va riendo. Emilio se queda triste y avergonzado. Otro chico, ya vestido, se le acerca a Emilio:
--¿cuanto me pagas? por hacerte el favor...
El chico también está bastante bien y Emilio está muy cachondo. Busca la billetera:
--sólo tengo esto.
el chico se le ríe.
--con esa cara como minimo que fueras guapo... Viejo y feo.
--¡es que cobro poco y aunque vivo con alguien los gastos son muchos¡
--pues busca uno como tú o espera que te toque la lotería y entonces hablamos.
Emilio se queda solo y frustrado como siempre..
días después... Marcos se despierta de madrugada. Pasa muy mala noche. Se levanta. Su torso desnudo. Se ha levantado con cuidado de no despertar a Aitor que duerme felizmente. Marcos se acerca a la ventana. Piensa en Pinocho:
--te casas... mañana te casas.
Los celos lo consumen. Pinocho está despierto. A su lado Humberto . Lo mira.
--mañana... mañana me caso.
Piensa en los celos que debe estar sintiendo Pinocho:
--¡se va a querer morir porque me caso con su macho¡
Y eso le hace feliz. Aitor despierta solo en la cama.
--¿Marcos?
--Estoy aquí..
Marcos se muestra cariñoso. Lo ayuda a levantarse.
--He estado pensando en algo ¿quieres ir a la boda de tu tio?
--claro... pero contigo.
Marcos ya lo ha decidido:
--¡pues vamos a arreglarnos que aún estamos a tiempo¡
Aitor está entusiasmado. Le encantaría que por despecho Marcos aceptara casarse con él. Marcos lo ayuda a vestirse. Mientras se abrocha la corbata Marcos piensa en él y Pinocho haciendo el amor. Sonríe con tristeza:
--a ver si tienes huevos de casarse con otro estando yo presente después de haberse acostado conmigo hace nada.
Con esa esperanza se dirige al registro civil al lado de Aitor que sueña con una boda doble.
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